"Abandonad toda Esperanza". Este es el mensaje que según Dante veían las almas nada más entrar en el Infierno... Y este es el mensaje que el robo descarado de las pensiones privadas argentinas por su gobierno transmite a sus ciudadanos, y de rebote a las empresas españolas , propietarias del sistema hoy confiscado. Todo ello ha tumbado sin remisión al Ibex provocando una fuerte caída bursátil de proporciones imprevisibles
La presidenta argentina ha justificado su decisión de quedarse con los fondos de las aseguradoras de pensiones, muchas de ellas propiedad de bancos españoles, con la finalidad de garantizar la estabilidad de sus fondos. Así, el gobierno argentino se embolsa de un plumazo 30 mil millones de euros a cambio de equiparar estas pensiones con las estatales, sensiblemente más bajas. De esta manera evita una posible suspensión de pagos del país, en lo que sólo puede calificarse como un robo a gran escala, aparte de una amenaza en toda regla al resto de empresas extranjeras que invierten en el país, lo que ha acabado por torpedear al Ibex.
La decisión de Kirchner, aparte de salvar las cuentas del gobierno a corto plazo incrementará enormemente los compromisos por futuras pensiones a largo plazo, hasta el punto de hacer imposible la estabilidad del sistema argentino: Hoy su sistema público rozaba el colapso, con 6 millones de cotizantes y 5,5 millones de pensionistas:
Tras esta privatización, el sistema de pensiones quedará repartido entre 15 millones de pensionistas de las jubilaciones privadas hoy privatizadas para sólo 9 millones de cotizantes, por lo que es cuestión de poco tiempo que el sistema estalle y el país vuelva a un colapso mucho peor que con el corralito.
En todo caso esta decisión sólo contribuirá a una huida en estampida de los inversores internacionales de Argentina, que se verá agravada por la inminente expropiación de Aerolineas y Austral
¿Será éste el Hundimiento de los Kirchner, de Argentina o de ambos?
La presidenta argentina ha justificado su decisión de quedarse con los fondos de las aseguradoras de pensiones, muchas de ellas propiedad de bancos españoles, con la finalidad de garantizar la estabilidad de sus fondos. Así, el gobierno argentino se embolsa de un plumazo 30 mil millones de euros a cambio de equiparar estas pensiones con las estatales, sensiblemente más bajas. De esta manera evita una posible suspensión de pagos del país, en lo que sólo puede calificarse como un robo a gran escala, aparte de una amenaza en toda regla al resto de empresas extranjeras que invierten en el país, lo que ha acabado por torpedear al Ibex.
La decisión de Kirchner, aparte de salvar las cuentas del gobierno a corto plazo incrementará enormemente los compromisos por futuras pensiones a largo plazo, hasta el punto de hacer imposible la estabilidad del sistema argentino: Hoy su sistema público rozaba el colapso, con 6 millones de cotizantes y 5,5 millones de pensionistas:
Tras esta privatización, el sistema de pensiones quedará repartido entre 15 millones de pensionistas de las jubilaciones privadas hoy privatizadas para sólo 9 millones de cotizantes, por lo que es cuestión de poco tiempo que el sistema estalle y el país vuelva a un colapso mucho peor que con el corralito.
En todo caso esta decisión sólo contribuirá a una huida en estampida de los inversores internacionales de Argentina, que se verá agravada por la inminente expropiación de Aerolineas y Austral
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